México.- La flor de cempasúchil, junto con el pan de muerto y las calaveritas de azúcar, forma parte importante de las festividades del Día de Muertos, y se cultiva en 14 estados del país, entre los que destacan Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y México.
El 1 y 2 de noviembre se celebra, cada año en el país, el Día de Muertos, y esta famosa flor llega justo a tiempo, pues florece después de la época de lluvias (julio a noviembre), lo que permite que para esta temporada esté lista y haya suficiente para cubrir la demanda de la misma.
Esta flor es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl cempohualxochitl, donde cempohuali significa veinte y xochitl flores, lo que se traduce como “veinte flores” o “varias flores”. También es conocida como flor del muerto, cempoal, flor de difunto o flor de niño.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), desde la época prehispánica la flor de cempasúchil es utilizada de diversos modos, pues los mexicas la ocupaban para decorar los altares, ofrendas y entierros en honor a sus muertos.
Lo anterior, debido a que era considerada como un símbolo de vida y muerte; también era utilizada para empolvar la cara de los prisioneros antes de su sacrificio para que no sintieran la muerte.
En la actualidad, esta flor se sigue utilizando para honrar a los difuntos, pero también se utiliza para obtener colorante natural y teñir objetos, prendas o alimentos, en la avicultura suele utilizarse para alimentar a las aves para que tomen un tono un poco más naranja en su piel.
Asimismo, es la materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o un buen pulque, además de que se le da un uso medicinal, principalmente en padecimientos digestivos, fiebre e incluso enfermedades respiratorias como la tos, destaca la dependencia en su portal.