La principal fuente para obtener la vitamina D es la luz del sol sobre la piel.
Se recomiendan 15-20 minutos al día de “baños de sol” en el patio, jardín o desde la ventana, conservando en todo momento las medidas de higiene.
Contar con niveles adecuados de vitamina D ha demostrado ser de importancia para que el organismo brinde adecuada respuesta inmunológica contra enfermedades respiratorias, incluida la influenza, por lo que a nivel mundial y en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se llevan a cabo investigaciones para conocer el papel de este nutriente y su relación como factor de protección ante el COVID-19.
La doctora Mardia López Alarcón, jefa de la Unidad de Investigación Médica en Nutrición del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, destacó que hay estudios publicados en la literatura internacional que han mostrado una relación entre la deficiencia de la vitamina D y un riesgo elevado de adquirir esta enfermedad.
“También aumenta el riesgo de que si se enferman, les dé la forma más grave de la enfermedad, por ejemplo mayor probabilidad de estar inconscientes y de tener elevadas algunas sustancias que hablan de la gravedad del padecimiento”, afirmó la investigadora del IMSS, que presentó una ponencia sobre este tema durante el XXIX Foro Nacional de Investigación en Salud del Seguro Social.
En este sentido, destacó que aún no existe un estudio con resultados concluyentes respecto a que la suplementación con vitamina D module la respuesta ante el virus SARS-CoV-2 y no se adquiera la forma grave de la enfermedad, por lo que Unidad de Investigación Médica en Nutrición del IMSS lleva a cabo un ensayo clínico controlado.
Explicó que se está en la última fase del reclutamiento de personal que atiende a pacientes con COVID-19 (médicos, enfermería, choferes de ambulancia, químicos, personal de limpieza) en dos hospitales del Seguro Social del Centro Médico Nacional Siglo XXI y uno del sector salud.
Agregó que al momento son 250 trabajadores, a la mitad se le suministraron cuatro mil unidades diarias de vitamina D y al resto un placebo durante un mes, “a fin de conocer si un grupo se infectó más, si a quienes enfermaron fue de forma grave, si fueron hospitalizados, y cuántos días duraron en el hospital, o si no hubo diferencia”.
La doctora López Alarcón detalló que 70 por ciento de la población mexicana tiene deficiencia de este nutriente, según datos de la Encuesta Nacional de Nutrición 2016 y que es posible que el confinamiento por la emergencia sanitaria haya incrementado este porcentaje, debido a que la principal fuente para obtener la vitamina D son los rayos ultravioleta que emite la luz solar.
Por ello, recomendó tomar un momento entre las 11:00 y 16:00 horas a fin de tomar “baños de sol” durante 15 o 20 minutos para estimular la síntesis de la vitamina.
“Para que nos dé la luz del sol no tenemos que ir necesariamente a la playa, ni irnos a pasear a un parque, puede ser desde la ventana del domicilio o salir a la puerta o patio es suficiente” subrayó y dijo que en caso de salir, se debe hacer con medidas de higiene como conservar sana distancia, utilizar cubrebocas y lavado de manos.
Agregó que también se puede adquirir la vitamina D en alimentos ricos en grasa, por ejemplo pescado, carne no magra, leche, huevo y cereales fortificados, y en menor medida por ser más difícil su disponibilidad, en alimentos de origen vegetal como aguacate y leguminosas; en el caso de los suplementos, estos deben ser indicados por un médico.
La investigadora del IMSS dijo que en particular las personas con obesidad requieren de una mayor cantidad de vitamina D, ya que ésta se deposita en el tejido adiposo en exceso, lo que impide que circule de manera adecuada en el organismo hacia las células que la requieren, por lo que es conveniente perder peso, así como procurar la producción constante del nutriente a través de la exposición a los rayos del sol y de los alimentos descritos.