México perdió hoy a uno de sus personajes más queridos y emblemáticos: Xavier López “Chabelo”, el eterno amigo de los niños que durante décadas alegró las mañanas dominicales con su programa “En familia con Chabelo”. El actor y comediante falleció a los 88 años por complicaciones médicas, según informaron sus familiares en su cuenta oficial de Twitter.
Chabelo nació en Chicago, Estados Unidos, el 17 de febrero de 1935, pero se mudó a México con su familia cuando tenía dos años. Estudió medicina, pero pronto descubrió su vocación artística y se inició en el mundo del espectáculo como locutor de radio y actor de doblaje. Su personaje más famoso, el niño Chabelo, surgió en 1952 como parte de un programa infantil llamado “Carrusel musical”.
Desde entonces, Chabelo se convirtió en un ícono de la televisión mexicana, al conducir por más de 40 años el exitoso programa “En familia con Chabelo”, que se transmitió desde 1968 hasta 2015. En este espacio, Chabelo interactuaba con niños y adultos, realizaba concursos, sorteos y entrevistas a celebridades, siempre con su característico humor y su peculiar forma de hablar.
Chabelo también participó en varias películas y series, como “El extra” (1962), “El ciudadano Gómez” (1979), “La criada bien criada” (1972) y “La hora marcada” (1989). Además, grabó varios discos con canciones infantiles, como “Chabelo en la feria” (1970), “Chabelo y Pepito detectives” (1974) y “Chabelo canta y cuenta” (1981).
Pero más allá de su trayectoria artística, Chabelo fue un fenómeno cultural que trascendió generaciones y fronteras. Su longevidad e inmortalidad fueron motivo de innumerables memes, chistes y parodias que lo comparaban con personajes históricos o ficticios. Así, Chabelo se convirtió en una especie de superhéroe que sobrevivió a todo tipo de catástrofes y desafíos.
Chabelo también fue un ejemplo de solidaridad y generosidad, al apoyar diversas causas sociales y benéficas, como el Teletón, la Cruz Roja y el DIF. Su carisma y simpatía le valieron el reconocimiento y el cariño de millones de personas que lo consideraban parte de su familia.
Hoy, México despide a Chabelo con tristeza, pero también con gratitud y admiración. Su legado permanecerá vivo en la memoria colectiva de un país que lo vio crecer y lo acompañó durante más de seis décadas. Adiós, Chabelo. Adiós, Superman. Bye bye bye.