En 2021 ediciones La Rana, editorial del Instituto estatal de la Cultura de Guanajuato, cumplió 25 años de funciones, celebración en la que refrendó la visión y meta de seguir brindando libros propositivos y con calidad, en el entendido de que el libro físico es soporte del pensamiento y de la cultura por excelencia y que debe ser defendido. El tema que enarboló La Rana en esta celebración fue el recuerdo, conmemoración y celebración de la vida y obra del del pintor guanajuatense Hermenegildo Bustos, por lo cual la editorial ofreció tres obras alusivas a él.
Una de ellas es Hermenegildo. Su vida y su obra, la cual ya había sido editada por la La Rana en administraciones anteriores, pero que en esta ocasión tiene un excelente formato de lujo, con pastas e interiores inmejorables en los que se puede apreciar la obra del pintor en toda su excelencia. El texto se debe a un escritor amante de la historia y del arte, Pascual Aceves Barajas, quien en su redacción nos ofrece un contexto del pintor en su marco histórico y experiencial, así como una interpretación del sentido de la obra, la cual debe ser orgullo de los guanajuatenses. Contamos con un señero repertorio de datos biográficos que se acompañan con el colorido de los retratos que se han conservado de la persona del pintor, mostrándonos un personaje de rica dimensión humana, digno, producto de sus circunstancias vitales.
El texto discute en conjunto vida y obra del autor plástico, pero también su arraigado amor el pueblo, el arte y sentido de humanidad que dio hálito a sus actos, en que amor y bondad prefiguran un hombre de raza. Esto sin mencionar su maestría como destacado autor de retratos penetrantes, bodegones de aura poética y exvotos elocuentes y honorables. Según nos muestra el libro, Bustos fue un genio del pincel de líneas justas y hermosos colores. El deseo de La Rana ha sido el mismo que el de Aceves Barajas: la difusión de la obra y vida del artista autodidacta, para que así su legado permanezca entre nosotros y sigamos regodeándonos con él.
Don Hermenegildo Bustos fue autor de una gran, numerosa y valiosa obra, que en su tiempo y ahora ha merecido elogios de la crítica y ha gozado de la identificación del pueblo. Los conocedores de su vida han celebrado su vida sencilla, humilde y modesta, guiada por el amor, y consagrada también a la moral y la religión, por lo que en vida animó gozosas festividades piadosas que merecieron el respeto y admiración de sus contemporáneos.
En cuanto a su personalidad, la conocemos como decantada por el quehacer, inspirada e intuitiva, que lo llevó a realizar una pintura muy personal, con notas de perfección, consagrándolo como uno pintores más connotados de la provincia mexicana del romántico siglo XIX.
Bustos fue un hombre entregado al gozo del día a día, dispuesto a servir a otros, y siempre preparado para cultivar su arte al grado de preparar él mismo sus propios pigmentos y lienzos, dignificando su trabajo en la constancia y el carácter activo en busca del ideal. Este carácter servil con su arte se trasparentó en su trato con el prójimo, y su comunidad le tuvo aprecio. Tan es así que su muerte supuso un luto que impactó a su pueblo, empezando por las clases rústicas, pero también las posiciones sociales elevadas que conocieron su trabajo y le dieron un encumbrado lugar.
Según las autoridades correspondientes ha sido un verdadero honor y privilegio volver a presentar este libro cuya prosa hace gala de dotes artistas al glosar y poner en relieve las vivencias, afanes y anhelos de este pintor inmortal, y poner al alcance del lector contemporáneo su memoria para que ésta siga alumbrándonos. Como ya lo mencioné, la obra plástica consignada en el libro es deleitosa, virtuosa y nos lo acerca de modo profundo y entrañable.